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Ya no tenemos en cuenta sólo el precio, sino también la eficiencia energética y el destino de los aparatos viejos.

Los andaluces tenemos cada más conciencia medioambiental. Así lo evidencian los 42 millones de kilos de residuos eléctricos y electrónicos que reciclamos el año pasado. No sólo se beneficia la naturaleza y nuestra propia salud, también se crea empleo.

El reciclaje comienza en la misma compra. Ya no tenemos en cuenta sólo el precio, sino también la eficiencia energética y el destino de los aparatos viejos. Es la economía circular, que busca dar una segunda vida a lo que ya no queremos. Cada vez tenemos más conciencia medioambiental, aunque aún queda mucho por hacer

Para ello es esencial la complicidad de pequeños comercios como éste. Es donde se ha dado un salto cualitativo en los últimos tres años.

Cada mes, un camión recoge los electrodomésticos almacenados por esta tienda. En esta ocasión: un centenar de frigoríficos, lo que más contamina. De aquí se trasladan a un centro de tratamiento.

Recilec gestionó la mitad de los 42 millones de kilos de residuos eléctricos y electrónicos que los andaluces reciclamos el año pasado. Todo un récord. Pero hay margen de mejora. Y el planeta nos lo agradecerá.